Élodie Dekeyzer, por Gahi Traoré

La pasión familial la ha llevado a viajar varias veces a África, especialmente a Senegal, donde concibió una gran admiración por esa cultura, su gente, su arte.

Esa juventud llena de viajes y de encuentros influyó en su decisión de aprender las lenguas extranjeras, y la llevó a entrar a la universidad de Lille 3 para preparar una diplomatura de español.

Enamorada de esta lengua, Elodie decidió irse un año en Sevilla con el programa Erasmus para realizar su primer año de Master. Esta experiencia fue decisiva en la elección de su futuro. Nuevas pasiones, fuentes y motivos nacieron durante este periodo andaluz. El evento que hizo cambiar totalmente sus planes de vida fue la participación en una exposición de fotografías de la artista camerunesa Angèle Etoundi Essamba que mostraba retratos de mujeres africanas y que le hizo recordar su infancia viajera y su atracción por las culturas extranjeras.

Salsa, bachata y otras (nuevas) pasiones

Durante este año sevillano desarrolló una otra pasión, otro encuentro importante de su vida, con la música y con los ritmos y bailes latinoamericanos. La salsa y la bachata entre otras. Esta nueva afición por el baile entró en perfecta adecuación con la principal práctica deportiva de su juventud, la gimnasia.

Al final del año Erasmus ella descubrió que finalmente no quería devenir profesora de español y empezó buscar otra formación universitaria que la motivara más. Tenia sobre todo muchas ganas de volver a viajar y de descubrir otras culturas y nuevos modos de vida.

Así fue como llegó al master RICI de la universidad de Lille 3. Esta nueva experiencia universitaria la llevó a hacer una práctica en México, donde Elodie trabajó en la casa de la cultura oaxaqueña. Durante 3 meses trabajó sobre la cultura mexicana a través de actividades artísticas y culturales con la población indígena de la región de Oaxaca. Su misión principal era organizar y proponer actividades y eventos para acercar las poblaciones indígenas de los habitantes de la ciudad de Oaxaca.

Reencuentros africanos

Paradojalmente, en Oaxaca, Elodie se acercó de otra realidad que no imaginaba presente en este país: la de la cultura africana y de los afro mexicanos que tienen una presencia importante en la costa de esta región. Este nuevo descubrimiento cambió mucho el objetivo principal de su misión pues se dedicó casi enteramente su trabajo a proponer actividades para reivindicar la cultura de los afro mexicanos.

Toda esta experiencia mexicana fue un herramienta esencial en la construcción profesional de Elodie. Ganó en confianza, desarrollo personal y otras ideas y maneras de ver las cosas, gracias a los encuentros que tuvo con artistas, sociólogos, antropólogos y músicos durante este episodio oaxaqueño

En el futuro, quisiera trabajar en la área sociocultural con poblaciones específicas como los niños o los afro descendientes. Un trabajo que para Elodie debe servir para resaltar la necesitad y la importancia de darle a la cultura todo el espacio y la accesibilidad que se merece.

- Ver también: Elodie cuenta su experiencia oaxaqueña