Francia : un día sin immigrantes

Una inédita jornada sin inmigrantes fue convicada este lunes 1° de marzo en Francia con el objeto de "cambiar la mirada sobre la inmigración".

Bajo el lema "Por nuestra ausencia, queremos mostrar nuestra presencia", la convocatoria lanzada desde las organizaciones de inmigrantes intenta repetir en Francia, Italia, Grecia y España el éxito del maydayhispano en Estados Unidos del 1 de mayo de 2006, donde 102 ciudades fueron prácticamente paralizadas por una huelga de casi 10 millones de trabajadores de origen hispano. "La palabra inmigrante se transformó casi en un insulto. No podemos soportar más eso. Por ese motivo queremos por nuestra ausencia, mostrar nuestra presencia. Como el consumo es el motor del crecimiento, queremos mostrar nuestra indignación con esta acción", le dijo a Télam Peggy Derder, vicepresidenta del colectivoLa jornada sin inmigrantes`.
La iniciativa fue lanzada tras los dichos del ministro del Interior francés Brice Hortefeux, en septiembre de 2009, quien ante un joven de origen magrebí lanzó: "Cuando hay uno está bien, es cuando son muchos que hay problemas".

No consumir durante 24 horas

"Llamamos a los inmigrantes a no participar de la actividad económica en las empresas, en las asociaciones, en la función publica, en las escuelas y liceos, en las universidades, los hospitales, los comercios, la industria, la construcción, la agricultura, los servicios y los medios para mostrar la importancia de los inmigrantes en sus países de recepción", sostiene el manifiesto del colectivo "24 horas sin nosotros" a través de la página de Internet: www.lajourneesansimmigres.org.

El colectivo llamó también a "boicotear la economía francesa" solicitando a los inmigrantes y sus familias que dejen de consumir durante 24 horas.
La jornada sin inmigrantes se llevará a cabo dos días antes de que comiencen las discusiones sobre la Identidad Nacional en el ministerio de Inmigración, un debate sobre en qué consiste la esencia de lo francés y que tras cuatro meses se convirtió en un problema para el gobierno de Sarkozy porque poco a poco el debate sobre lo francés se redujo a cuestionar el papel de la inmigración.