Portada del sitio > Master 2 RICI > 2009 - 2010 > Un descubrimiento "chidisimo"!!

Un descubrimiento "chidisimo"!!

Sábado 5 de diciembre de 2009, por Marion Hemery

Cómo, en algunos meses, descubrí una nueva manera de vivir y de percibir el mundo.

Llegué a Tapachula, México, casi por casualidad... Ya había ido a Togo, en África, y quería descubrir otras maneras de percibir las cosas, tener otra visión del mundo, tal vez una visión más amplia.

El primer contacto fue increíble. Llegando al aeropuerto tomé un taxi para ir al centro de la ciudad. El chófer era una persona muy interesante. Me habló de la ciudad, de todas las lenguas que se hablaban allá y de todo lo que tendría que descubrir. Para mí fue impresionante ver, por primera vez, esta voluntad de compartir y de intercambiar sobre su cultura. Eso fue lo primero que me encantó en México. Con el tiempo, me di cuenta de que era una característica de la cultura latina.

El contacto humano con los mexicanos es muy diferente del que conocemos en Europa. Me parecía que te daban confianza de inmediato sin hacerse demasiadas preguntas. Podía conocer a alguien y rápidamente pasar tres semanas con él, conversando, bailando, descubriendo y intercambiando. Es algo que tuve la ocasión de experimentar muchas veces.

Una vez, caminando por Mérida, conocí a un hombre que me invitó a una noche de salsa y que me hizo conocer a otro hombre que pertenecía a una cooperativa de artesanos de hamacas. Pasó más de media hora explicándome cómo se fabricaba una hamaca y cómo funcionaba la cooperativa. Otras veces, una mirada era bastante, eso era increíble!

Si hay una cosa de la cual estoy segura es que lo que me enriqueció más durante esta experiencia fueron los encuentros. Conocí a muchas personas en 4 meses, cada una fue diferente, cada una me enseñó cosas diferentes.

En el Mercado de San Juan de Chamula, Chiapas

De hecho, la idea que quiero recordar de este descubrimiento es la misma que había recordado de mis primeros viajes en África : una voluntad común de compartir y de intercambiar. La apertura al mundo, la acogida, las personas. Fue para mí, lo que más caracterizó Tapachula y México.

A parte de eso me quedan impresiones, sentimientos vinculados al descubrimiento. Cuando descubro un mundo tan diferente de lo mío, mis cinco sentidos están en alerta. Andando en un mercado, me siento transportada por los olores : el del cilantro, el de las frutas y por fin el del pollo con mole que estoy impaciente por probar.

Luego, caminando por el campo, me quedo boquiabierta delante de esos tremendos paisajes, [1] me enamoro de inmediato delante de las maravillas de la Naturaleza que parecen a antros donde el hombre a penas se atrevió penetrar. Con todo el misterio que implicaba, se percibía también todos los secretos que quedarían sin duda escondidos y desconocidos de la humanidad.

Por fin, no se puede imaginar México y su ambiente sin pensar en la música que acompaña todas las actividades de la vida cotidiana. De hecho, en cinco meses, no hubo uno solo día sin música. En el mercado, en el supermercado, aún en la calle había ritmo y movimiento. Me encantaba caminar en la calle y escuchar a los varios tipos de música que salían de las ventanas abiertas de las casas de Tapachula.
No importaba que eran los 2 de la noche o que todo el mundo podía oír a lo que estabas escuchando, así era la vida en México. [2]

Entonces, hubo muchas cosas que me dieron ganas de conocer aun más el mundo latino-americano en su diversidad . Conociendo otro mundo o a lo mejor otra visión del mundo que conocía, me compuse una nueva identidad o mejor, una identidad más completa.

Portafolio


[1Sitio que nos da magníficos ejemplos de esos tremendos paisajes en Chiapas

[2Eso es un ejemplo del talento mexicano que contribuye en la atmósfera tan particularia de la vida mexicana. Rodrigo y Gabriela, los virtuosos mexicanos