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Del PIB al bienestar: ¿nueva “revolución francesa”?

Viernes 18 de septiembre de 2009, por Eduardo Olivares Palma

“Una formidable revolución nos espera » vaticinó el presidente francés Nicolas Sarkozy al recibir de manos del Premio Nobel de Economía, el estadounidense Joseph Stiglitz, la propuesta destinada a "cambiar el modo de medir los resultados económicos y el progreso social”

Las estadísticas y la contabilidad reflejan nuestras aspiraciones, el valor que le damos a las cosas. Son indisociables de una visión del mundo, de la economía, de la sociedad, de una idea del hombre y de su relación con los otros. Tomarlas como datos objetivos, exteriores a nosotros mismos, indiscutibles, es sin lugar a dudas tranquilizador pero es peligroso. Porque así llegamos a un punto en que no nos cuestionamos ni la finalidad de lo que hacemos ni lo que realmente medimos, ni las lecciones que hay que sacar.

En estos términos el presidente francés Nicolas Sarkozy presentó el 14 de septiembre pasado las proposiciones de la comisión dirigida por los premios Nobel de Economía Joseph Stiglitz y Amartya Sen y el presidente del Observatoire français des conjonctures économiques (OFCE) , Jean Paul Fitoussi. Se trataba de "determinar los limites del PIB (Producto Interno Bruto) como indicador de los resultados económicos y del progreso social (...) e identificar las informaciones complementarias que pudieren ser necesarias para obtener indicadores más pertinentes del progreso social”.

De la "producción" al "bienestar"

Entre sus consideraciones mas significativas el informe afirma que ”ya es tiempo que nuestro sistema estadístico ponga más el acento en la medición del bienestar de la población que en la producción económica”. En ese sentido una de sus 12 recomendaciones apunta a “darle más importancia al reparto de los ingresos, del consumo y de las riquezas”.

En La Sorbonne, Stiglitz presenta su informe - Photo: Palais de l’Élysée

Uno de los aspectos mas interesantes de las proposiciones de la comisión es el relativo a la definición del bienestar que debiera estar en el centro de los nuevos sistemas de medición. Junto con afirmar que “las dimensiones objetivas y subjetivas del bienestar son igualmente importantes”, subraya su carácter “pluridimensional” y considera que "para percibirlo mínimamente bien debieran considerarse, simultáneamente, dimensiones tales como las condiciones de vida material (ingreso, consumo, riqueza), la salud, la educación, las actividades personales y entre ellas el trabajo, la participación en la vida política, las lazos o relaciones sociales, el medio ambiente y la inseguridad tanto económica como física..

Las ambiciones de Sarkozy

Reunir esta comisión y recibir este informe es un acto político. Quiero decir un acto que compromete la responsabilidad política. Un acto que compromete a Francia”.

Con estas solemnes palabras el presidente Sarkozy quiso dar a entender que, para él, las propuestas de la Comision Stiglitz no serán solo “una nueva manipulación mediática” como ya lo han sostenido diversos sectores que dicen desconfiar de un presidente que, según afirman, “hace a menudo lo contrario de lo que declara”.

Un artículo del semanario Mariane, resume así el escepticismo -por decir lo menos- de los detractores del presidente francés. “Ninguna sorpresa, la receta es conocida. Sarkozy convoca a un personaje mediático (Jacques Attali, Nicolas Hulot, Jack Lang) al que le confía un tema supuestamente ignorado (prospectiva, ecología, Cuba, …). Meses después, proclama que "el informe representa un trabajo sin precedentes” y se compromete a defender sus conclusiones para luego dejarlo caer en el olvido”, escribe Sylvain Lapoix en una nota titulada Sarkozy, Stiglitz y el PIB : todo cambia porque nada cambia.

Como anticipándose a las críticas, el presidente francés afirmó que junto con “adaptar su propio aparato estadístico” en función del informe, Francia pondrá sus conclusiones en debate “en todas las reuniones internacionales, encuentros y discusiones que tengan por objetivo construir une nuevo orden económico, social y ecológico mundial” y “luchará porque todas las organizaciones internacionales modifiquen sus sistemas estadísticos de acuerdo a las recomendaciones de la comisión”.

La inminente reunión del G20 en Pittsburgh, será probablemente une buena ocasión para ver la verdadera disposición de Nicolas Sarkozy en relación con esta nueva “revolución francesa”.


 Descarga los textos integrales del informe en francés y en inglés y del discurso de Nicolás Sarkozy (en francés) un documento de resumen y proposiciones en francés.

 Sitio web de la Comisión Stiglitz